El encargo era una tarta con Violetta como inspiración....OMG!
Violetta, para los que no lo sepáis es una famosa cantante y actriz de Disney, muy de moda entre las niñas, al menos en Italia.
Además, coincidencias de la vida me acababa de llegar el libro "Animation in Sugar" de Carlos Lischetti, un auténtico artista del sugarcraft y me moría de ganas de empezarlo. Así que pensé....Y si unimos las dos cosas? A ver que sale?
Como siempre, empecé por dibujar una idea de la tarta para ver si me gustaba, aunque ya sabemos que siempre cambia.
Aquí lo difícil fue hacer la "Violetta".Dios mío! Que pesadilla!!! Aunque hay que reconocer que también me lo pasé muy bien. Una semana entera de trabajo!
Por el camino descubrí lo difícil que es modelar. Lo difícil que es hacer una cabeza (la de Violetta la hice unas 10 veces) y la paciencia que hay que tener. No es fácil vencer la tentación de correr y no dejar secar las cosas como se debe. Y eso lleva a tener que repetir y repetir y a tener paciencia.
Utilicé pasta de goma y fondant al 50% que es la que a mi me da mejor resultado para modelar.
Coloreé la pasta un día antes de empezar para tener los colores finales
Siguiendo las indicaciones de la "Fashionista" del libro de Liscietti hice la base de mi Violetta. Y con muchas dificultades la fui vistiendo.
Una vez completamente seca le añadí los últimos detalles, el lazo y las estrellas, que también estarían en la tarta. También intenté darle algo de textura al vestido con colorantes artificiales.
La cabeza fue lo peor. Parecía un alien y no había manera de que me quedara más o menos decente! Y el pelo!! Eso no se si fue todavía peor. Busqué y busqué en Internet como hacer el pelo pero no encontré nada que me ayudase mucho. Al final, después de varios intentos quedó bastante aceptable....aunque muy frágil.
Lo último que añadí fueron los brazos, y una vez secos, los tirantes del vestido
A pesar de la apariencia frágil de toda la figura en realidad es muy sólida al llevar las piernas de una sola pieza y un palo de brocheta que llega por dentro, casi hasta la cintura.
Transportarla a su destino fue otro reto. La llevé por separado de la tarta. En una caja, de pié y clavada en el porex y con un montón de papel de cocina alrededor y entre los brazos para que no se rompiera nada. Aun así se rompieron dos pelos que pude pegar al llegar a la fiesta.
La tarta también estaba pensada para la figura pero con la idea de que no le quitara protagonismo. Hice una base con estrellas y una tarta decorada también con estrellas en los colores de la figura.
Al final el esfuerzo valió la pena. A su destinataria le encantó su tarta decumpleaños!!!
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